El precio de la contaminación: cómo la contaminación del aire afecta el nacimiento prematuro y la economía

Artículo escrito por Kristina Blank, enero 31, 2019. Artículo traducido por María Loza Correa.

Nos gusta imaginar que los niños y niñas recién nacidos vienen al mundo como pizarras en blanco – sin carga y capaces de lograr cualquier cosa. Desafortunadamente, sabemos que las exposiciones maternas a toxinas ambientales pueden afectar el crecimiento del feto y contribuir a resultados adversos en el parto. Los nuevos análisis realizados en la Universidad de Nueva York, ilustran el impacto de la contaminación del aire en los nacimientos prematuros y nos ayudan a comprender el efecto dominó no solo en el niño, sino en la sociedad en general.

¿Cuáles son los impactos en la salud del nacimiento prematuro?

El nacimiento prematuro, o cuando un niño nace antes de la semana 37 de gestación, es la causa de muerte número uno de bebés en los Estados Unidos. Cuando los niños nacen prematuramente, es más probable que sufran de complicaciones a corto plazo (por ejemplo, dificultades para respirar y para alimentarse) y también a largo plazo. Como el cerebro es el último órgano mayor en madurar en el desarrollo humano, los bebés prematuros pueden sufrir problemas cognitivos a largo plazo como parálisis cerebral, problemas sociales y de comportamiento, discapacidades para el aprendizaje, así como un mayor riesgo de hipertensión arterial y diabetes más tarde en su vida. Estos problemas contribuyen a una carga económica medible en las intervenciones médicas, educativas y de servicios sociales.

La exposición a la contaminación del aire es un factor de riesgo para el nacimiento prematuro.

Existen muchos factores de riesgo conocidos para el nacimiento prematuro como la edad materna, la etnicidad y el estatus socioeconómico, pero la mayoría de ellos no se pueden modificar ni evitar fácilmente. Sin embargo, los factores de riesgo ambientales nos brindan la oportunidad de cambiar políticas y prácticas industriales con el objetivo de reducir la exposición a los contaminantes.

Uno de estos factores de riesgo ambiental es la contaminación del aire; específicamente, la mezcla de contaminantes del aire nombrados por su pequeño tamaño: material particulado de 2.5 micrómetros de diámetro o menos (PM2.5 por sus siglas en inglés). Como referencia, el diámetro de un cabello humano promedio es de alrededor de 50 micrómetros. Estas partículas provienen de la quema de combustibles, como en los motores de los vehículos, los incendios forestales y la generación de energía. Cuando se inhalan, su pequeño tamaño les permite alojarse en los pulmones o incluso entrar en el torrente sanguíneo. Todavía estamos aprendiendo sobre los impactos en la salud causados por estas partículas en nuestros cuerpos, pero estudios en laboratorios han mostrado diferentes formas en que el PM2.5 podría estar relacionado al nacimiento prematuro. Por ejemplo, estas partículas pueden causar inflamación en el desarrollo del bebé o alterar la placenta.

El Dr. Leonardo Trasande y sus colegas investigaron cómo estimar la cantidad de nacimientos prematuros y los costos económicos que podrían atribuirse al PM2.5. El equipo estaba particularmente interesado en comprender cómo los contaminantes generados por el humano afectan los nacimientos prematuros, por lo que estudiaron los niveles de PM2.5 por encima de un umbral de contaminación que se produce naturalmente de fuentes como tormentas de polvo e incendios forestales.

Utilizando datos para estimar el impacto de la contaminación del aire en nacimientos prematuros y en la economía.

Los investigadores utilizaron información proveniente de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos para estimar la exposición al PM25 a lo largo del año 2008. Utilizaron los promedios diarios de PM2.5 registrados para cada código postal en los 48 estados contiguos. Además, utilizaron una estimación del riesgo producido al exponerse al PM2.5 en el parto prematuro. Para ello, combinaron los resultados de otros estudios que reportaban datos sobre el impacto de la exposición al PM2.5 en el parto prematuro. La estimación de riesgo describe cuanto más probable es que una mujer tenga un parto prematuro después de la exposición a una cantidad determinada de PM2.5 durante el embarazo. Usando estadísticas, los investigadores pudieron hacer aproximaciones del impacto de la exposición al PM2.5 en los nacimientos prematuros de todo el país en el 2008.  Los costos directos de atención médica de partos prematuros se obtuvieron de un informe de un instituto de medicina, y los impactos a largo plazo en la productividad económica se calcularon utilizando los datos de otros estudios publicados anteriormente.

¿Qué encontró el estudio?

En conjunto, los datos sugieren que el 3.32% de todos los nacimientos prematuros (equivalente a 15 808 nacimientos) en el periodo de estudio se atribuyen a la exposición al PM2.5 y que estos nacimientos prematuros costaron $ 7 600 millones de dólares de atención médica directa, más $ 4.33 mil millones en pérdidas de productividad económica a lo largo de la vida del niño.

La moraleja.

Estos hallazgos sugieren que el PM2.5 contribuyen significativamente al número de nacimientos prematuros en los Estados Unidos, y que la contaminación del aire tiene un impacto medible en la economía. Estos resultados son particularmente interesantes cuando se considera que una razón clave para la resistencia política a las medidas destinadas a reducir la contaminación del aire es el temor a que las estrategias de control de emisiones dañen la productividad económica. El Dr. Trasande y su equipo esperan que los políticos puedan usar estas estimaciones del impacto económico como información  de ayuda para sus procesos de toma de decisiones al considerar estrategias regulatorias para reducir las emisiones de contaminantes del aire.

Bibliografía: Trasande L, Malecha P, Attina TM. 2016. Particulate matter exposure and preterm birth: estimates of U.S. attributable burden and economic costs. Environ Health Perspect 124:1913–1918; https://doi.org/10.1289/ehp.1510810

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Maria Loza

Maria is passionate about integrating science and policy to contribute to evidence-informed decision making to help providing solutions to social issues in the health sector. She earned a Ph.D. in Genetics and Microbiology (2013) from the Paris Descartes University - Pasteur Institute in Paris, France. She continued as a postdoctoral researcher at Canadian Blood Services (2015-2018) in Ottawa. Her research focused on the study of molecules that help pathogenic bacteria to adapt to environments that represent a health risk. She is a Registered Microbiologist by the Canadian College of Microbiologist. Currently she works at a federal government agency in Canada, providing advice and operational support in the development and delivery of research funding programs to foster discoveries and innovations that positively impact the health sector. Maria enjoys communicating science, watching sunsets from any spot in the world and currently she aspires to become a conservation photographer.

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